PRH (Personalidad y Relaciones Humanas), Formación y Desarrollo, desde la perspectiva psiquiátrica.

Ángel Moríñigo, médico-psiquiatra. Estudio de Psiquiatría (www.e-psiquiatria.com) y Universidad de Sevilla.

El autor, psiquiatra profesional, nos plantea su experiencia con el método PRH: valora positivamente el método PRH, como método fácil y pedagógicamente claro; lo hace desde su visión humanística y, particularmente, hace hincapié y llama a la complementariedad con los tratamientos psiquiátricos (frecuentemente farmacológicos).

 

1. INTRODUCCIÓN

Hace ya muchos años que inicié mi Formación PRH haciendo la Sesión básica de ¿Quién soy yo?. Mi motivación por la formación y mi propio desarrollo como persona siempre ha sido alta; pero la Sesión tuvo en mí un alto impacto personal y me ayudó mucho, sobre todo al descubrir un método fácil y bien construido pedagógicamente, que podría ayudar a mucha gente. Y  ,como uno nunca se separa del todo de su rol profesional, en especial si abordan estas cuestiones, pensé necesariamente en mis pacientes, después de ver su utilidad en mí mismo.

Yo seguí un buen tiempo mi Formación personal haciendo más Sesiones y practicando el método por mi cuenta y con ayuda. La ayuda de un acompañante y formador es esencial, pero PRH tiene, a mi juicio, una gran ventaja: que permite trabajar, además, de manera autónoma.

Me interesó mucho desde el principio la claridad pedagógica del método, y, desde luego, la visión Humanista, ilustrada por el respeto total a la persona y a su libertad.

También como médico-psiquiatra recomiendo con frecuencia el método sobre los balances personales y cómo hacer buenos discernimientos a muchos pacientes. Me los aplico a mí mismo, cuando mi vida personal lo requiere.

 

2. LAS VENTAJAS DE LA FORMACIÓN PRH EN LA SALUD PSÍQUICA DE LAS PERSONAS

Trabajando con mis paciente he recomendado a muchos la Formación PRH, y he comprobado sus beneficios; tal y como se trabaja hoy en Psiquiatría Clínica hay que evaluar siempre los resultados, de cualquier terapia, biológica o psicológica, y utilizar aquéllas que son realmente eficaces.

Muchos pacientes con Trastornos de la Personalidad, por inmadurez, dependencia o inestabilidad emocional. pueden beneficiarse de las ventajas del método y de las Sesiones.

También he visto buenos resultados en pacientes con Trastornos de Ansiedad, sobre todo una vez remitido el cuadro agudo, y más si se presentan crisis paroxísticas, que limitan mucho la funcionalidad del paciente; incluso para el trabajo psicológico.

Muchos Trastornos adaptativos, secundarios a situaciones de estrés y/o conflictos, pueden beneficiarse del método PRH.

Los pacientes con Depresión, muy especialmente los pacientes distímicos en los que frecuentemente factores de personalidad influyen en la persistencia de los síntomas y en su cronicidad se pueden beneficiar también del método.

Y todo esto que acabo de mencionar se ha de hacer, en mi opinión, de manera concomitante con el Tratamiento psiquiátrico, frecuentemente farmacológico. Hoy las Psicoterapias ya no son enemigas de los fármacos, ni al contrario: Farmacoterapia y Psicoterapia son tratamientos que ,asociados, ofrecen los mejores resultados, que es lo que todo terapeuta debe de buscar para sus pacientes.

Mi experiencia es la de la total compatibilidad del Tratamiento Psiquiátrico y el método de PRH.

Puede haber, sin embargo, algunas limitaciones: los pacientes con Trastornos Mentales graves, con Psicosis, tanto esquizofrénicas como afectivas, con severos Trastornos de la personalidad (trastornos límite o borderline), o con graves Trastornos de ansiedad (Trastorno Obsesivo-compulsivo, por ejemplo), pueden tener dificultades para practicar el método, salvo que tengan un grado muy alto de estabilidad de sus patologías. Y, desde luego, en las fases agudas de la enfermedad, en que la capacidad de introspección que se requiere puede estar muy limitada. Las depresiones severas,  con riesgo autolítico, con síntomas psicóticos, o resistentes a los tratamientos psiquiátricos han de ser excluidas también.

Capítulo a parte es el papel de los FORMADORES PRH, que tiene una especial relevancia ya que su capacidad de dar formación es decisiva a la hora de enseñar y propagar el método. PRH cuida y debe seguir cuidando extremadamente la selección y la educación continuada de sus Formadores. Una adecuada visión psicopatológica ,y formación en dicho campo, de los problemas que afrontan no debería ser secundaria.

 

3. LA ESPECIFICIDAD Y LAS APORTACIONES DEL MÉTODO PRH

La estructura psicológica del ser humano y el esquema de la persona

Como ya he señalado antes, PRH se inscribe, desde mi punto de vista, en la corriente psicológica de la Psicología Humanista, aunque añadiendo elementos que vienen del psicoanálisis también.

PRH se asienta sobre una visión muy concreta de la persona, y el funcionamiento de los mecanismos de esta estructura de la personalidad y su desarrollo, que permite además diferenciar lo normal de lo desajustado.

El instrumento para el análisis de las sensaciones internas de tipo psicológico

Independientemente de la situación que la desencadene, lo que importa a PRH es la “vivencia”, la sensación psicológica que el individuo vive internamente en esa situación. El aprendizaje de esta forma de análisis es fundamental para quien desea conocerse, adentrarse en el método y avanzar en su desarrollo psicológico y personal.

El análisis de las Reacciones Desproporcionadas y Repetitivas, que se relaciona con lo descrito anteriormente, es uno de los ejes esenciales del método PRH, y, para mí, una de sus grandes aportaciones. Se aprende metódicamente a lo largo de las Sesiones que jalonan la Formación en PRH.

Las Sesiones

El funcionamiento del cuerpo, de la afectividad, de la personalidad, de la vida en grupo, en pareja, de la gestión del propio crecimiento, son algunos de los temas que abordan las Sesiones, que ,a lo largo de varios días, permiten conectar con el método y adentrarse progresivamente en él.

Los instrumentos para el discernimiento y los balances personales, ya mencionados, forman parte importante del método.

Las Sesiones son además una gran oportunidad para compartir en grupo.

La relación de ayuda

Es el método específico de PRH para seguir avanzando una vez se hacen las Sesiones, o bien conforme se van haciendo las mismas, poco a poco. La relación cliente-consejero puede llegar a niveles de terapia. El cliente permaneciendo siempre muy autónomo y dueño de la situación.

Aquí son ESENCIALES las actitudes internas del Formador/Consejero, que ha de ser una persona específicamente bien formada, y de un alto valor moral. La autenticidad, el respeto por la libertad, la benevolencia, son, en los consejeros PRH, valores centrales.

 

4. CONCLUSIONES

-PRH es una Formación de base para la ayuda a un Desarrollo y Crecimiento personales con el mejor ajuste psicológico. Su método constituye una auténtica Psicopedagogía que nos capacita para conocer nuestra personalidad y manejar mejor nuestra conducta.

-Las Psicoterapias, hoy en día,  ya no son vistas como enemigas de los tratamientos psiquiátricos y ambos tratamientos ,psicoterápicos y psicofarmacológicos, deben ir asociados.

-Muchos pacientes con Diagnósticos psiquiátricos como Depresiones no complicadas,  Trastornos de Ansiedad, algunos Trastornos de Personalidad,  Trastornos Adaptativos (reactivos a situaciones de estrés), y otros, pueden beneficiarse del método PRH. Todo esto en combinación, la mayoría de las veces, con un adecuado tratamiento psiquiátrico.

-Los Formadores PRH deben estar bien adiestrados a la hora de diferenciar la patología psiquiátrica mayor, grave, que puede provocar severas alteraciones de la conciencia, de la introspección y del discernimiento. Como para seguir y beneficiarse adecuadamente del método. En todo caso, este tipo de paciente ha de ser evaluado individualmente y en colaboración con su médico-psiquiatra.

-Los casos de Psicosis, especialmente en los Episodios agudos, y de Trastornos graves de la Personalidad (límite/borderline), han de ser excluidos o analizados con mucha atención, para valorar si un paciente se puede o no beneficiar del método PRH.

-Los pacientes con un alto riesgo autolítico y/o depresiones graves han de ser excluidos de este tipo de abordajes.

 

BIBLIOGRAFÍA

-M Lamarche. La Formación PRH. Publicaciones PRH España, 1991.

-La persona y su crecimiento. Obra colectiva realizada por PRH internacional. Madrid: 1997.

-La vida puede resurgir. Obra colectiva realizada por PRH internacional. Madrid: 2003.

Luis Avilés, formador PRH, hace una reflexión sobre las dificultades (a veces, aversión) que se dan en la persona para el cambio, y que es un mecanismo de defensa más en el ser humano.

Frente a ello destaca la importancia de movernos en actitud de cambio: desde la disposición natural que se da en el fondo de la persona, como aspiración y necesidad profunda y como necesidad de adaptación a la nueva realidad que surge continuamente en nuestra vida. Para avanzar.

Deja un final abierto: “Cambiar para avanzar hacia delante. Pero… ¿hacia dónde? (Para tratarlo en otro artículo).

Frecuentemente oímos expresiones de este tipo: “soy así y no voy a cambiar a estas alturas de mi vida”, “ya soy muy mayor para cambiar”, “es mi carácter y no voy a cambiar”, etc. Son expresiones que manifiestan la dificultad para cuestionarse, tratar de mejorar y realizar cambios en el comportamiento, las actitudes o las creencias.

En PRH observamos que hay personas muy reacias a efectuar cambios en su forma de vivir. Son personas a las que les cuesta actuar de manera diferente a la habitual ante problemas y dificultades. A las que no les resulta fácil la reeducación de funcionamientos y hábitos negativos ni  empezar a utilizar “nuevos caminos”  para afrontar determinadas circunstancias y situaciones.  Y tropiezan “una y otra vez en la misma piedra”, parafraseando el refrán.  Tienen alta aversión al cambio.  Todos  los seres humanos tenemos una mayor o menor disposición a la evolución y al cambio, suponiendo un freno importante para el crecimiento si la resistencia al cambio es  grande.

 

PERO, ¿POR QUÉ CAMBIAR?

No se trata de cambiar por cambiar. Si lo que hacemos nos es útil para vivir y es satisfactorio, no es necesario más. Es adecuado hacer cambios en nuestro comportamiento, en nuestros modos de ser y hacer, cuando lo que hacemos habitualmente no nos ayuda a afrontar adecuadamente la situación a la que nos enfrentamos. Entonces  es conveniente cambiar, es decir, realizar un proceso de adaptación a la realidad presente. Cambiar es, por tanto, adaptarnos a la realidad para encontrar una respuesta apropiada y satisfactoria a la misma, que nos permita vivirla constructivamente, con dignidad y poniendo en juego nuestras capacidades y recursos. Esto es evolucionar progresiva y adaptativamente.

Entonces, ¿a qué se debe esta dificultad para el cambio en el ser humano?

Hay varios elementos que inciden en ello:

  • El ahorro energético psíquico del individuo.
  • La seguridad que aporta lo conocido.
  • La falta de motivación para emprender algo distinto.
  • El desconocimiento de cómo cambiar.
  • La creencia de que no es posible cambiar.
  • Una educación cerrada y rígida.

El ahorro energético psíquico del individuo

Podemos afirmar que el ser humano es un animal de costumbres. Tiende a generar rutinas y hábitos en todos los órdenes de la vida. La costumbre facilita la vida.  Es una tendencia instintiva. Eso es positivo, ya que facilita la vida, pero en algunos casos esas rutinas pueden llegar a ser muy dominantes, tiránicas y difíciles de no seguir, aunque no sean necesarias en determinados momentos.

Las rutinas suponen un ahorro energético físico y mental considerable.  Cambiar conlleva afrontar algo nuevo, y todos tenemos experiencia de lo que significa hacer o vivir algo novedoso.  Cuando vivimos algo nuevo, necesitamos  poner  más atención en lo que hacemos, nuestros sentidos se activan más, se desarrolla  una mayor  movilización emocional, física y mental  y puede aparecer más estrés o tensión que en lo rutinario y repetitivo.  Lo novedoso nos deja la sensación de haber vivido más, pero supone un mayor desgaste. Por ejemplo,  un viaje a un lugar desconocido o una actividad que nunca hemos realizado nos desgasta más aunque nos dé más sensación de vivir que lo cotidiano de cada día. Una situación de novedad continuada en el tiempo no sería sostenible para el psiquismo humano. Nos agotaría. Es por ello que tendemos instintivamente a buscar la repetición, lo conocido, lo rutinario y habitual, en vez de aventurarnos en lo novedoso con mayor frecuencia.

La seguridad que aporta lo conocido

Lo que hacemos una y otra vez nos da seguridad.  Lo que repetimos  lo dominamos, entraña menos riesgos y hay muchas menos posibilidades de errores, fallos e imperfecciones. Sin embargo, lo novedoso nos puede generar una cierta inseguridad, inquietud o  desasosiego, aunque sea  leve. Siempre hay  riesgo en lo nuevo. Es “un melón por calar”, como dice el dicho popular. Pero, además, lo que conocemos y repetimos nos permite desarrollar destrezas y capacidades incluidas en esa rutina, y eso genera una satisfacción personal, más allá de que  podamos ser diestros en cosas que no nos ayuden a afrontar bien nuestra vida.

La falta de motivación para emprender algo distinto

 Uno de los elementos más decisivos en la dificultad para incorporar el cambio en determinados aspectos de nuestra vida es la falta de una motivación que supere “la comodidad” que conlleva  lo conocido y rutinario  aunque esto no sea plenamente satisfactorio. Es decir, la motivación interior, el interés y  la voluntad para cambiar y generar un comportamiento mejor no superan ni se imponen interiormente a las fuerzas internas que nos mantienen en el confort de lo habitual y conocido, aunque esto sea peor. Es  lo que expresa el refrán: “más vale malo conocido, que bueno por conocer”.  Aunque no nos sirva, no nos ayude o incluso dañe la manera de funcionar que tenemos, la mantenemos. ¿Por qué?  Porque algún beneficio  reporta: todo comportamiento inadecuado o negativo que no somos capaces de desechar tiene algún elemento compensatorio o beneficioso, consciente o inconsciente, sutil o evidente. Ese “beneficio”  dificulta el cambio y la mejora. Por ejemplo, sabemos que tenemos que dejar de fumar ya que nos perjudica  la salud, pero sin embargo somos incapaces de dejarlo. Algo nos compensa seguir fumando: nos tranquiliza, quita cierta ansiedad, nos da seguridad… Como éste podemos poner infinidad de ejemplos.

El desconocimiento de cómo cambiar

Este es otro de los elementos más influyentes que dificultan el cambio y la evolución en las personas. Para cambiar es necesario conocer qué cambiar, cómo hacerlo y qué “poner” en el lugar de lo que se cambia. Aunque esto se hace en muchos casos de forma casi instintiva, una formación que facilite el cambio, dé pautas y desarrolle la capacidad de evolución resulta un elemento muy provechoso en este sentido.  La ausencia de formaciones que inciden en este punto es un hándicap para el desarrollo y evolución de las personas en esta sociedad. Formaciones como PRH salen al paso de esta laguna y facilitan el aprendizaje del cambio en la vida de los individuos y de los colectivos.

La creencia de que no es posible cambiar

Hay personas que se resisten más que otras a cambiar porque no creen en esa posibilidad. Tienen una imagen de sí muy rígida, cerrada y poco evolutiva. No consideran que sea posible cambiar determinadas cosas de sí mismas. A veces ni siquiera les entra en la cabeza planteárselo, tal es la cerrazón mental. Otras, no se ven con la capacidad ni ven la posibilidad de hacer cosas distintas de las que hacen habitualmente. Este fenómeno se incrementa con la edad, ya que las rutinas se arraigan y refuerzan con el paso de los años.

Una educación cerrada y rígida

La educación recibida influye en la predisposición o no a cambiar. Una educación abierta, estimuladora del crecimiento, dinamizante y con una percepción del ser humano como un ser evolutivo hace que sus receptores sean más proclives al cambio que otros que han recibido una educación más cerrada, estática y determinista.

Todos estos son elementos que contrarrestan, frenan o bloquean la apertura al cambio, a la renovación y la posible mejora.

 

ENTONCES, ¿QUÉ NOS LLEVA A CAMBIAR?

Hay varios elementos que propician el deseo y la posibilidad de cambio. Son:

  • la aspiración o necesidad de aprender y mejorar.
  • La necesidad de adaptación al entorno y a la nueva realidad.
  • Una educación integradora del cambio.

La aspiración o necesidad de aprender y mejorar: en el fondo del ser humano  hay un deseo o aspiración innata a desarrollarse y crecer, a actualizarse y realizarse. Le llamamos en PRH, el dinamismo de crecimiento y lo definimos en el libro La Persona y su crecimiento como: “fuerza incoercible innata que impulsa a la persona conscientemente, o a pesar suyo, a llegar a ser lo que es potencialmente”. Esto moviliza y motiva para abrirse a la novedad, para arriesgarse a ser o actuar de otra manera no conocida y sin seguridad  de éxito con el fin de actualizar ese potencial escondido en el interior de todo ser humano. También en el libro señala: “La salud psicológica de un ser humano solo puede operarse en este movimiento hacia adelante, por tanto, en el cambio. Asimismo, el equilibrio y la armonía no pueden concebirse como algo adquirido, sino que serán siempre el objeto de búsqueda que tiene en cuenta la evolución personal y el entorno”(pág. 46).  Por tanto, la mejora psíquica y social requiere una clara disposición a cambiar y evolucionar.

La necesidad de adaptación al entorno y a la nueva realidad:  hay acontecimientos que se nos presentan sin quererlo y que requieren afrontarlos y ,aunque nunca lo hayamos hecho,  nos exigen un cambio de mentalidad, de comportamiento, de actitud, etc. Conforme vamos  viviendo la vida, las experiencias nos van configurando y transformando nuestra forma de ver, de pensar y de sentir. A lo largo de toda la vida nos vamos enfrentando con situaciones nuevas. Cambiamos de bebé a niño, luego a adolescente, joven, adulto, anciano,  y cada etapa viene con sus respectivas y necesarias evoluciones y diferencias. Toda la vida es un proceso continuo que requiere una adaptación y un cambio continuado.  Todo esto exige una actitud de desapropiación de lo conocido y  de lo seguro, para afrontar  la  nueva situación presente  con una forma diferente de abordaje.

En biología, desde Darwin, ha quedado de manifiesto que las especies que sobreviven son aquellas que más fácilmente se han adaptado a los nuevos entornos, mientras que las que no han sido capaces de adaptarse han ido desapareciendo. Es una ley de la naturaleza. La realidad manda.  Las circunstancias nos obligan a emplear nuevas formas que anteriormente no hemos necesitado. Prueba de ello es que el ser humano es muy capaz de adaptarse a muy diferentes entornos y ambientes. Desde los  fríos extremos de las zonas polares a los calores extremos de los desiertos, desde situaciones y realidades muy amables a otras muy hostiles y difíciles. Esto forma  parte de la supervivencia humana.

Una educación integradora del cambio: otro de los elementos que facilitan el cambiar es el incluir en los hábitos y rutinas y en la  vida diaria el estar en evolución. Si nos acostumbramos a “vivir cambiando”, es decir, en un continuo proceso de avance, mejora personal y de adaptación a la realidad actual, el cambiar no representa un problema, sino una forma de vida y una satisfacción. Decimos en PRH que el ser humano está en continua evolución o ,tal como lo indica El libro “la persona y su crecimiento: “la persona tiene capacidad de evolucionar a lo largo de toda su vida”. Incluir esta característica en la educación que se imparte desde los primeros años de vida, facilitaría al ser humano su integración en su forma de ser.

André Rochais, fundador de PRH, decía en una entrevista que le hicieron pocos años antes de su muerte: “Cambiar es abandonar las seguridades para avanzar hacia adelante, pero ¿hacía donde? “. Esta cuestión la abordaremos en otro artículo.

Luis Avilés, formador PRH

Una investigación bibliográfica
de Thomas J. Wallenhorst, M.D, psiquiatra, formador PRH

 

SINOPSIS

Después de hacer un recorrido por distintas formaciones y terapias (S. Freud, C. Rogers, E. Stein…), lo específico de PRH se enmarcaría dentro de las psicologías humanistas, y positivas respecto al ser humano, y que ven a la persona no en sus desajustes sino como seres ignorantes de sí mismos en su esencia.

André Rochais ha hecho un trabajo de investigación a partir de la pregunta «¿dónde hay que tocar a la persona para que se produzca un crecimiento?» creando un método original y eficaz para ello.

 

 

INTRODUCCIÓN

El método PRH se sitúa en una corriente de enfoques psicológicos del ser humano que tienen en cuenta lo positivo, de manera explícita. La experiencia y la vivencia tienen aquí un lugar importante y se aborda desde diferentes ángulos. En las investigaciones seleccionadas aparecerán las nociones de crecimiento, curación, de trabajo sobre uno mismo, autoformación, la noción de libertad y de responsabilidad, las actitudes fundamentales en la relación humana, la búsqueda de sentido y la apertura a una trascendencia.

Hemos clasificado las diferentes investigaciones según su situación en el tiempo respecto a los trabajos de André Rochais: anteriores, contemporáneos y posteriores.

El mundo interior de cada persona es, a la vez, vasto y único. El análisis de las sensaciones con un contenido psicológico permite ocuparlo y ampliarlo.

Para facilitar la lectura, nuestros comentarios se ponen de relieve después de cada párrafo, en cursiva.

 

 

INVESTIGACIONES ANTERIORES A ANDRÉ ROCHAIS

Carl Rogers

El mismo André Rochais reconoció que había sido influido por los métodos activos de la época, después de la Segunda Guerra Mundial y más particularmente por la afirmación de Carl Rogers: «el fondo del ser humano es positivo». Sin embargo, él emprendió su propia investigación expresada en una pregunta: «¿Dónde hay que tocar a la persona para que se produzca un crecimiento?» y una intención: «¿Cómo transmitir algunos elementos psicológicos útiles a las personas en un lenguaje accesible, cualquiera que sea su formación anterior?» (1), lo que ha hecho de PRH una escuela de formación con un método original.

Rogers, quien comenzó sus trabajos antes de 1950, formuló la pregunta fundamental de su investigación de modo diferente: «¿Cómo puedo crear una relación que facilite el desarrollo de la personalidad en los clientes?» La mirada de Rogers se focalizaba en la persona del terapeuta y en el desarrollo de unas actitudes fundamentales que permitieran el avance del cliente. Para Rogers, la incondicionalidad como actitud positiva se basaba en asumir que cada persona tiene en sí misma la capacidad de comprenderse, de avanzar y de saber intuitivamente lo que es importante para ella, «más allá de su comprensión consciente. A este nivel aparece una tendencia al desarrollo, un impulso hacia la actualización de sí mismo. Éste es el principal punto de apoyo de la vida e influye en toda la psicoterapia». (2) Como otros estudiosos del tema anteriores y posteriores, Rogers contradice ciertas tendencias psicológicas que intentan reducir al ser humano a un determinismo en función de sus experiencias dolorosas del pasado.

Comentario

El enfoque PRH desde el principio busca el lugar donde hay que tocar al cliente para activar el proceso de crecimiento. El postulado de que existe un lugar en la persona, en lo más profundo de sí misma, donde se operan los mecanismos del crecimiento es específico de PRH. Su corolario es la actitud de la fe en el otro, vivida por parte del consejero PRH que vive y expresa esta confianza de fondo respecto a que el cliente tiene en sí mismo todo lo que necesita para salir de sus problemas y avanzar.

La formación PRH concede una gran importancia a la relación de ayuda. Particularmente al trabajo sobre sí mismo de la persona que ayuda en lo que concierne a su crecimiento, curación y puesta en orden; así como al desarrollo de las actitudes fundamentales a través de las cuales se expresa el saber ser del consejero. Esto es tan importante como el progreso en competencia profesional.

 

Edith Stein

La carmelita Edith Stein, que comenzó sus trabajos fenomenológicos después de la Primera Guerra Mundial, da una descripción del alma representando la vida interior, insistiendo en el modo como cada uno se habitúa a su mundo interior. La mayor parte de las personas viven más bien en la superficie; pocas personas se dejan atraer por las profundidades. Edith Stein habla de diferentes accesos a esta vida interior; por ejemplo, a través de la relación con los otros; llegando a ser más adulto/a y maduro/a en las cualidades propias a la persona; en los avances científicos sobre el psiquismo humano; en la oración, la cual es para ella el acceso verdadero a lo más interior y más profundo en uno mismo. Por otra parte, llama a lo más interior del ser humano «la habitación de Dios», siendo el alma atraída por Él como por un amante. En sus trabajos, insiste sobre el desarrollo de la interioridad a través de un trabajo sobre uno mismo, para acceder a una libertad profunda, que para ella es el valor más central, localizado en lo más profundo de la persona, y que permite el diálogo con Dios. La persona está ahí actuando, poniendo en obra lo positivo que la constituye de fondo, mientras permanece siendo libre. (3)

Comentario

La localización en lo más profundo de lo que Edith Stein llama alma, así como la puesta en obra de una libertad profunda, tiene una convergencia con la descripción del ser en PRH, junto con la designación de su lugar en el aparato psíquico de la persona. Edith Stein describe además diferentes accesos a lo más profundo de sí misma que recuerdan algunos de los accesos al ser.

 

Viktor Frankl

Viktor Frankl, profesor de psiquiatría de fama internacional, ha desarrollado después de 1930 una psicoterapia que se apoya en una búsqueda de sentido, la cual se supone más fundamental que la búsqueda de placer (detallada en los escritos de S. Freud) o la búsqueda del poder (desarrollada por A. Adler). Sólo si esta búsqueda de sentido se viera frustrada, sería compensada por una búsqueda de placer o de poder. Según él, el ser humano aspira fundamentalmente a encontrar un sentido a su vida, lo cual lo motiva desde su interior: «El ser humano no busca en primer lugar ser feliz, sino tener una razón para ser feliz». Su terapia, llamada logoterapia, «insiste sobre el ser responsable: la persona es ayudada a salir de un funcionamiento automático de su “aparato psíquico” (llamado así en psicoanálisis), para acceder a la autonomía de la existencia psíquica, a través de un análisis existencial. La logoterapia transforma una debilidad aparente en una fuerza, en torno al eje de la responsabilidad central. De este modo se convierte en un análisis existencial que mira la existencia humana desde la propia responsabilidad central» (4).

Comentario

Cada persona puede llegar a ser el artífice de su destino, poniendo en práctica los dones que lleva dentro, si lo quiere… Esto concierne también a las parejas, los grupos o las fundaciones, si tratan de tomar conciencia de lo que las constituye, reconociendo los dones y complementariedades de cada uno. En PRH, la aspiración a existir según las propias capacidades, la necesidad de ser reconocido en lo que cada uno siente que es en potencial son consideradas fundamentales. Las frustraciones de esas aspiraciones y de esa necesidad de ser reconocido generan la herida de no-existencia.

 

Eugene Gendlin

Siguiendo a Carl Rogers, Eugene Gendli en 1964 definió «el proceso emocional como el cambio se produce en una persona» (5) describiendo diferentes etapas en la relación terapéutica. Insiste particularmente en la toma de conciencia y en la integración de lo sentido, lo que entra en la experiencia personal. Puede ser considerada precursora de la investigación sobre la inteligencia emocional.

Comentario

Carl Rogers había comenzado a insistir en la importancia de la experiencia en el proceso de aprendizaje, de la misma forma que un elemento enseñado llega a ser definitivamente sabido, si la persona lo hace suyo. Suele citarse esta frase de Rogers: «el libro del maestro está en mí», lo que significa que la persona ha integrado y verificado la exactitud de los elementos enseñados. La persona misma activa esos elementos a través del proceso emocional, en las situaciones que requieren una competencia particular. Más tarde, a partir de 1990, el rol de las emociones en la conducta de la vida fue examinado por métodos científicos (ver más adelante). André Rochais insistió desde los comienzos de la investigación PRH sobre la importancia de lo sentido en el proceso de crecimiento. Hizo de ello una de las claves de la formación propuesta, desarrollando un método de análisis de las sensaciones internas, propio de PRH.

 

Frederick Perls (6)

El psicoanalista Frederick Perls, que publicó su libro en 1951 y fue el padre de la «Gestalt-terapia», se interesó por la experiencia desde el ángulo de cómo la persona hace una experiencia (y no en «qué es sentido»). De este modo, la persona llega a ser creadora de su vida, haciéndola propia a la vez que la comparte con su entorno y con los otros. La finalidad de la terapia es que la persona llegue a ser ella misma, desarrollando todo su potencial creador, lo que se expresa con el término «lo Suyo». Sobre todo le concede una función de integración y de significación, viviéndose en una dinámica de adaptación constante, pero también movilizando todo el potencial que la persona lleva dentro. A nuestro entender, Perls ha sido el primero que ha utilizado el término de crecimiento en el proceso psicoterapéutico, insistiendo sobre la autonomía, la responsabilidad y la acción libre.

Comentario

Se constata en Perls una atención particular a la realidad a través de un análisis de los procesos conscientes. Su concepción de lo suyo evoca el concepto del ser en PRH. Lo suyo tiene para él un rol particular que permite a la persona vivirse en orden y buscando sentido en la acción concreta. Sin embargo, él no la «localiza» en un lugar. En PRH el ser se identifica como una instancia e incluso se «localiza» en lo más profundo de la persona, en su «organismo psíquico». La toma de conciencia de las realidades que animan a cada persona en sus fundamentos es capital en el trabajo de crecimiento tal como lo propone PRH. Cuando nosotros decimos que el ser está localizado en lo más profundo de la persona, en su organismo psíquico, utilizamos un lenguaje en imágenes; pero que se corresponde con algo sentido corporalmente en la fuente de la respiración. Se trata de la toma de conciencia de realidades que constituyen lo mejor de uno mismo, dando sentido a la existencia y permitiendo a la persona sentirse en coherencia con ella misma. Por lo tanto, el trabajo de crecimiento permite salir de las incoherencias y de la falta de sentido a través de la toma de conciencia y de la puesta en obra de lo que es esencial para cada uno.

 

Alexander Lowen (7)

Alexander Lowen, formado por Wilhelm Reich en los años 1940 y cuyas primeras obras fueron publicadas hacia 1950, explica, ante todo, cuánto había sido fundamental para él dejarse llevar más allá de lo que podía comprender con el intelecto, dejándose tomar para sentir tanto sus conflictos inconscientes como su fuerza de vida. Su terapia, la bioenergética, intenta unir los recuerdos conscientes y la emoción rechazada, para después traducir esas emociones que han llegado a ser conscientes en palabras, con la finalidad de permitir a la persona ser ella misma, desplegando toda su energía vital. Esto contribuye a un aumento del sentimiento de conocerse a sí mismo con 3 nociones: conocerse, expresarse y tener dominio de sí mismo. Lowen insiste en que es capital en el proceso psicoterápico no sólo acumular un saber sobre sí mismo sino entrar en todo el espesor de lo sentido. Al entrar en una comprensión de lo interno, la persona puede modificar comportamientos establecidos desde antiguo. Él también considera la terapia como un proceso de crecimiento.

Comentario

Como en la terapia bioenergética, PRH intenta el cambio en el trabajo de curación, a través de una movilización del inconsciente. En un desbloqueo de lo rechazado del pasado, la persona puede llegar a visualizar y revivir una escena que ha representado para ella un acontecimiento traumático, integrando así lo que ocurrió en otro tiempo, con la persona que ha provocado la situación, aún cuando ella no tuviera recuerdos conscientes. Ahora, habiendo revivido sus emociones del momento siendo niño, puede mirar este período de su pasado a la luz de su inteligencia de adulto. De este modo hace el vínculo entre su pasado y su presente. Algunos ejemplos de trabajo de curación desde el enfoque PRH están recogidos en la obra: La vida puede resurgir (8).

 

 

INVESTIGACIONES CONTEMPORÁNEAS A ANDRÉ ROCHAIS

Karlfried Graf Dürckheim (9)

Karlfried Graf Dürckheim, filósofo, psicólogo y psicoterapeuta alemán, que fundó una clínica para tratar trastornos psicosomáticos, cerca del lago Constanza en los años 70. Describe el yo (que correspondería al yo-cerebral en PRH) y el ser como centros diferentes, teniendo cada uno un funcionamiento propio en la persona e insistiendo en la importancia del discernimiento. El yo que puede gobernar al ser y a los otros a partir de sus ideas, sin preocuparse de sus necesidades, ni aspiraciones, es egocéntrico. Puede también ponerse al servicio del ser tratando de realizar todo lo positivo que la persona es capaz a ese nivel. Viviéndose así, la persona llega a estar comprometida, permaneciendo humilde. Recibe una plenitud de existencia como una gracia, lo que llega a convertirse en el sentido de su vida.

Comentario

En PRH no reconocemos solo dos instancias sino cinco (el ser, el yo-cerebral, la sensibilidad, el cuerpo y la conciencia profunda). Entonces la dinámica entre el yo-cerebral y el ser se amplía a todas las otras instancias de la persona. Al describir la conciencia profunda, André Rochais dice que, en ese lugar, la persona está en contacto directo con todas las instancias de la persona, incluyendo las realidades transcendentes. El trabajo de discernimiento lleva consigo responsabilizarse de sí mismo, detectando los disfuncionamientos, para vivirse en orden de acuerdo con su ser a partir de la conciencia profunda.

 

Eric Berne (10)

El psiquiatra canadiense Eric Berne inició el análisis transaccional en los años 70. Según esta teoría, cada persona tiene 3 estados del Yo: el padre, el adulto y el niño. Berne se interesa por las transacciones entre esos diferentes estados del Yo en las relaciones humanas; por ejemplo, una persona puede dirigirse a otra expresando sus necesidades, lo que corresponde al estado del niño, mientras que la otra puede juzgarla dándole consejos, lo que corresponde al estado del padre. En lo que él llama el estado de niño, se entiende la expresión de necesidades, frustraciones y carencias. En el estado del Yo del padre, la persona se responsabiliza de su vida, decide como un adulto responsable. Respecto al estado del Yo padre, la persona actúa a partir de su imagen, de sus rigideces y de las ideas recibidas, queriendo realizar sus ambiciones que pueden ser desmesuradas, al querer agradar en primer lugar a los otros.

La finalidad de la terapia es que la persona llegue a ser consciente de los diferentes movimientos que la habitan, para liberar al adulto responsable y autónomo. Se concede una gran importancia al hecho de ser auténtico.

Comentario

El análisis de las transacciones hace eco con lo que llamamos en PRH ¿de dónde parten nuestros actos cotidianos? Es decir, ¿de qué lugar en nuestro organismo psíquico hablamos o actuamos?

Los tres estados del Yo de Berne, sin embargo, no corresponden con las instancias de la persona del sistema explicativo PRH. Berne no hace ninguna referencia a la realidad del ser. Una cierta coincidencia se encuentra con su insistencia sobre el hecho de ser auténtico, donde se puede escuchar la frase de André Rochais sobre la realidad: «Mi maestro de pensamiento es la realidad».

 

Arthur Janov (11)

Arthur Janov, de formación psicoanalítica, ha desarrollado a partir de 1970 «la terapia primal». Para Janov todo comienza con lo que él llama «el traumatismo del nacimiento» cuya experiencia dolorosa e incluso violenta sería el origen del rechazo y generadora de diversos síntomas neuróticos. Su terapia es un acceso a la sensación de lo que otros llaman la enfermedad existencial, que se expresa a través del cansancio, de una sensación de estar abrumado, triste, inseguro, perezoso, dolorido, agobiado. Janov asocia las sensaciones actuales con las experimentadas durante el proceso de nacimiento. En otro libro escrito 20 años después, matiza esas afirmaciones, ampliando la experiencia traumática a otros hechos vividos como traumatismos por los pacientes, pero situándose después del nacimiento en la vida del niño. (12)

Janov puede estar situado en la corriente de los investigadores que intentan liberar a los pacientes de sus síntomas neuróticos ayudándoles a revivir experiencias del pasado que se supone han rechazado y por tanto han creado conflictos inconscientes. En la medida en que el conflicto no ha sido resuelto, el síntoma se perpetúa en una repetición. En la terapia primal se intenta la liberación de la experiencia emocional inicial. Se produce un acercamiento a lo rechazado; después, el terapeuta intenta ayudar a la persona a integrar esa vivencia bruta en su consciente, poniendo palabras sobre la antigua experiencia que se revive. Se llama «reconnecting». Janov insiste en que no se trata de una simple catarsis. Son necesarios dos tiempos: un tiempo para revivir el traumatismo del nacimiento en el plano emocional y un tiempo para la integración intelectual de esa vivencia en la vida emocional actual. Para Janov, la vida concreta de las personas puede cambiar en positivo, como una consecuencia natural de su terapia. Lo atribuye esencialmente a trabajar sobre los elementos heridos de los pacientes. Aún considerando que los traumatismos bloquean todo lo positivo, Janov da la impresión de reducir el ser humano a sus heridas, o por lo menos en lo que se refiere a personas muy heridas en su existencia, si seguimos los ejemplos que da en sus libros.

Comentario

Es posible que haya coincidencias con sus trabajos, sobre todo en lo que concierne a poder acceder a la vivencia y a la sensación. Incluso el hecho de revivir el nacimiento u otro traumatismo sobrevenido más tarde en la vida, puede corresponder con lo que en PRH llamamos una evacuación de sufrimiento. Los dos tiempos descritos son igualmente observados en el método PRH, donde es importante ponerse frente a la sensación hasta revivir el pasado, con todo el trastorno emocional que lleva consigo. Para después integrar esos hechos que emergen a la conciencia con la luz del trabajo de la inteligencia de la que el adulto es capaz.

Sin embargo, no hemos encontrado mención de lo positivo del ser humano en los trabajos de Janov.

 

Jean Garneau et Michelle Larivey (13 publicado en 1983)

Jean Garneau y Michelle Larivey (1983) han desarrollado un método en Québec, siguiendo los trabajos de Carl Rogers, llamado «El auto-descubrimiento: psicoterapia en la vida cotidiana». Aquí se intenta que el cliente dirija por sí mismo su vida cotidiana, detectando ocasiones de crecimiento. El terapeuta debe proveer al cliente de los instrumentos necesarios para que llegue a ser el iniciador y facilitador de su propio camino.

Este enfoque parece ser precursor de la psicología positiva. Forma parte de los métodos que intentan facilitar los recursos positivos que permiten a las personas vivir una vida que tenga sentido.

Comentario

Existen varias similitudes entre este enfoque y PRH: señalar la sensación, trabajo a partir de sensaciones, destacar algunos descubrimientos, la intuición profunda…

 

 

INVESTIGACIONES RECIENTES Y POSTERIORES A ANDRÉ ROCHAIS

Boris Cyrulnik (14, 15 publicadas en 1996 y 2001)

Boris Cyrulnik (1996 y 2001), psiquiatra y etnólogo, citado a menudo en Francia debido a su descripción de la capacidad de algunas personas para sobreponerse, a pesar de los traumatismos que hubieran podido estancarlos en una no vida. Se trata de la llamada resiliencia. Este término ,utilizado en física para designar la resistencia de un cuerpo sólido a todo tipo de agresiones, ha sido introducido en la reflexión psiquiátrica por la americana Emmy Werner. Las personas se apoyan en recursos internos, como un temperamento dulce; pero también en mecanismos de defensa para no sufrir y, sobre todo, en una aspiración fuerte a llegar a ser ellas mismas desarrollando su propia creatividad. Después, intuitivamente, acuden a recursos externos, como han tenido que hacer algunas personas a través de actividades que permiten la puesta en obra de esos recursos llamados «tutores de resiliencia», cuya acción puede ser fundamental para ayudar a los otros a salir de sus dificultades. La noción de traumatismo está matizada. Es cierto que existe la realidad traumática, pero la persona puede agravar su problema debido a representaciones que se hace de sí misma. Puede asimismo elegir vivir apoyándose en su capacidad de resiliencia.

Comentario

Según el sistema explicativo PRH, los recursos profundos internos están en el ser, donde está inscrito un dinamismo de crecimiento. La persona no tiene directamente poder sobre el ser, sino sobre los medios puestos en práctica; dicho de otro modo, sobre sus opciones. Concierne a la capacidad de discernimiento llegar a saber si tal acto es beneficioso o no, y si tal relación es vitalizante o no. Respecto a los tutores de resiliencia, se puede percibir la acción positiva de la transferencia sobre el trabajo de crecimiento, incluso en una relación de ayuda. La palabra «recursos internos» es utilizada por Cyrulnik como en la corriente de la psicología positiva (ver más adelante) en un sentido amplio, comportando a la vez capacidades positivas y una habilidad de defenderse para construirse un caparazón interno que impida un posible derrumbamiento. El uso de esta palabra es mucho más restrictiva en PRH porque no incluye el sistema de defensa mismo, sino únicamente las fuerzas subyacentes.

 

Elisabeth Lukas (16 publicado en el 2000 en Alemania)

Elisabeth Lukas, logoterapeuta seguidora de Frankl (4) hace una crítica de las psicologías que consideran que gran número de dificultades de funcionamiento tienen su origen en ciertos traumatismos vividos, lo que conlleva la trampa de rumiar el traumatismo de modo pasivo («la ideología de la víctima»). Ella insiste en la responsabilidad de las personas para situarse ante su pasado para llegar a ser actores de sus vidas. El ser humano, si lo quiere, tiene la capacidad de encontrar un sentido nuevo a pesar de ciertos acontecimientos, incluso muy difíciles, apoyándose en una dimensión espiritual que marca su existencia desde su nacimiento. Esta dimensión está viva también en caso de enfermedad mental, de trastorno o de discapacidad mental; está presente en el enfermo alcohólico y en el paciente toxicómano. Para las logoterapias, el ser humano posee una capacidad de «autotranscendencia», es decir, de trascender sus necesidades inmediatas mirando más lejos. Explícitamente se plantea la cuestión del sentido de cada elemento de la vida y del sentido de la vida. Gracias a la insistencia sobre el rol de la conciencia y la capacidad de autotrascendencia, la logoterapia se distingue de las psicologías humanistas en la que el trabajo tiene en cuenta esencialmente la realización de sí mismo. Según Lukas, los logoterapeutas son «psicoterapeutas de la persona».

Comentario

En PRH, el rol de la conciencia profunda es fundamental en el trabajo de crecimiento. La conciencia profunda no está únicamente a la escucha de «la persona en crecimiento», de la que expresa su voz, sino también a la escucha de su entorno y de todo lo que puede trascenderla, invitándola a ir más lejos. La investigación PRH tiene muy en cuenta la dimensión de apertura a la dimensión de trascendencia en el ser. Existen instrumentos específicos para el aprendizaje de la libertad interior y de cómo encontrar un modo de vivirse en orden.

 

Keyes y Haidt (17)

Una nueva corriente, la de la «psicología positiva», ha nacido en USA al final de los años 1990. Keyes y Haidt han coordinado una obra explicando las bases de esta psicología que puede ser situada en la amplia corriente de la psicología humanista. Estudia en particular las emociones positivas, los rasgos de personalidad positivos como fuerza, talentos y capacidades (inteligencia, atletismo…) y las instituciones positivas como la democracia, familias sólidas, la libertad de prensa… Los terapeutas están formados para detectar en los clientes su fuerza interior, tratando de reforzarla y, después, ayudarles a reconocer sus capacidades personales.

Apoyándose en las realidades de resiliencia y de crecimiento, los autores expresan su fe en que la persona lleva dentro todo lo necesario para salir de sus dificultades, pudiendo incluso transformar un traumatismo en un recurso personal, si logra apoyarse en lo mejor de sí misma: la persona no se cierra en la experiencia de la carencia, sino que encuentra recursos personales que le permiten crecer. El interés de este libro está en el análisis metódico y minucioso, con métodos científicos de selección, que proceden de hipótesis que serán confirmadas o eliminadas. Numerosos autores aportan la prueba de que diferentes elementos positivos contribuyen a un funcionamiento más armonioso del ser humano.

Comentario

En PRH, ya desde 1970, este sector de investigación respecto a las realidades positivas de la persona ha sido central, como lo hemos recordado al comienzo de la exposición respecto a la pregunta fundamental de André Rochais: «¿Dónde hay que tocar a una persona para que se dé un crecimiento?». El desarrollo de la pedagogía específica de PRH con su sistema explicativo de la persona en crecimiento y del esquema de las instancias de la persona se sitúa en la perspectiva del despliegue del dinamismo de crecimiento personal. La toma de conciencia de las sensaciones de contenido positivo contribuye a la armonización de lo cotidiano, da confianza desde el interior y permite construir la propia personalidad sobre unas bases sólidas.

 

Martin Seligman (18 publicado en 2002)

Martin Seligman (publicado en 2002), profesor de psicología, subraya el valor de las emociones positivas en la prevención de estados depresivos y de drogadicción. Distingue 3 tipos de emociones positivas: respecto al pasado (satisfacción, entusiasmo, plenitud, dignidad, serenidad), respecto al presente (alegría, éxtasis, calma, efervescencia, placer, «flow»), respecto al futuro (optimismo, esperanza, fe, confianza). Estos 3 tipos difieren en la medida en que alguien puede estar satisfecho respecto a su pasado y, sin embargo, desanimado en el presente y pesimista en cuanto al futuro.

Es interesante leer la descripción del sentimiento de «flow», tomado de Mihaly Csikszentmihalyi (publicado en 1997), cuya traducción literal significa «ola». Csikszentmihalyi relata que su búsqueda ha estado orientada por 2 preguntas; la primera: «¿Qué es la vida?»; y la segunda: «¿Cómo se puede llegar a tener una vida excelente y plena?» Insiste sobre la necesidad de que cada uno dé una orientación personal a su vida porque ,si no, estará influenciado por sus instintos biológicos, la cultura o el ambiente en el que vive; o por los otros más particularmente. Para ello, el desarrollo de la libertad tiene un rol fundamental. De este modo, cada uno puede transformar un contexto de vida incluso difícil, si se vive a partir de lo mejor de sí mimo. La experiencia de flow forma parte de las emociones positivas; pero, según miles de personas interrogadas, es distinta del sentimiento de felicidad. Expresa el sentimiento de estar de acuerdo consigo mismo, sintiendo una gran capacidad de acción.

Comentario

La correspondencia del concepto de flow en el sistema explicativo PRH sería la noción de dinamismo de crecimiento del ser. Entonces la persona se siente muy de acuerdo consigo misma, desarrollando su creatividad a partir de sus potencialidades. Es la determinación a progresar que se vive en PRH como una actitud del ser, que sostiene el despliegue de las fuerzas de crecimiento en la persona.

 

Ann Elisabeth Auhagen (20 publicado en 2004)

Ann Elisabeth Auhagen, conferencista en temas de psicología (2004), explica los modos de intervención de la psicología positiva. La emergencia de lo positivo está contemplada en las personas como aquello que constituye sus fuerzas, sus talentos, sus recursos. Este objetivo puede ser alcanzado a través de diferentes estrategias: por «aumento», es decir, favoreciendo aspectos positivos y cualidades ya existentes; por «creación», es decir, el desarrollo de aspectos positivos y de cualidades nuevas; por «disminución», es decir, la reducción de lo que podría llamarse lo negativo; por «impedimento», tratando de impedir el desarrollo de comportamientos nuevos con efecto negativo.

Comentario

Los temas expuestos abordan directamente lo que está contenido en la noción de identidad en «el ser» en PRH y están asociados a algunos métodos de intervención en el trabajo sobre sí mismo para desarrollar un funcionamiento diferente, basado en lo positivo. La psicología positiva utiliza unos modos de intervención psicoterápicos, con una atención particular en la identificación de los disfuncionamientos, para después poder ayudar a las personas en su reeducación. Esto con el fin de que crezcan en confianza en sí mismas, lo cual implica la adquisición de un nuevo modo de ser y de nuevos modos de saber-hacer. La finalidad es que las personas lleguen a ser ellas mismas, lo que correspondería con lo que, en PRH, se llama «la emergencia del ser en la persona». Sin embargo, la noción de ser en PRH desborda la identidad y desarrolla también la noción de actuar esencial, de lazos esenciales y de apertura a una trascendencia. El concepto de emergencia del ser también es fundamental.

 

James Pennebaker

James Pennebaker ha puesto en obra, a partir de los años 1980, un método de escritura cuya finalidad es la exploración de sí mismo, sobre los pensamientos y las emociones más profundas, ante acontecimientos que tuvieron un valor traumático. Esto ayuda a las personas a descargar las emociones negativas, para evitar su rechazo en el inconsciente. El hecho de contar su historia, aunque solo sea a sí mismo, permite ver esta historia dándole un sentido. Se ha constatado que las personas que han seguido esta terapia mejoran en su salud física, inmunitaria y psicológica, y tienen relaciones interpersonales más satisfactorias. Los pacientes descubren unos contenidos ocultos gracias al simple hecho de escribir, llamado «auto-revelación» (self disclosure) (nos referimos a algunas publicaciones en 1997 y 2002).

Comentario

Este método tiene algunas semejanzas con el hecho de escribir la propia vivencia, tal como se practica en PRH. El análisis PRH es una auto-observación. André Rochais ha desarrollado con una gran finura un método de análisis escrito de la vivencia personal como medio privilegiado de conocer el mundo interior: el método de escritura utilizado en la escuela de formación PRH, elemento clave de nuestra escuela de formación.

 

Hélène Roubeix (23 publicado en el 2000)

Hélène Roubeix (publicado en el 2000), psicoterapeuta francesa formada en Programación Neuro-Linguística (PNL). Ha creado la escuela de PNL humanista. En ella se da la prioridad a la transformación personal de quien interviene, cualquiera que sea su campo profesional. Pone el acento en el desarrollo de su saber ser, lo que le permite utilizar sus propios medios de intervención del modo más ajustado, dentro del respeto a la persona y viviendo una autoridad ajustada respecto a ella. En el sistema explicativo aparecen las nociones del «Sí» (con una connotación cercana al ser en PRH), y del «Yo» (con la connotación cercana al yo-cerebral en PRH). Se expresa una fe profunda en la vida en la medida en que la persona puede siempre «ponerse a la escucha del Sí». Roubeix cita a Milton Ericson, psiquiatra y filósofo estadounidense, quien decía: «el inconsciente es un pozo de recursos infinito», lo cual cambia la actitud del terapeuta que puede apoyarse en el inconsciente del paciente como «su amigo más seguro».

Comentario

Como en PRH, se pone de manifiesto la complementariedad entre el ser y el yo-cerebral. El yo cerebral tiene la posibilidad de actuar como servidor del crecimiento, pero también puede actuar dominando a la persona y siguiendo sus ideas y ambiciones, sin ponerse a la escucha del ser. Respecto a la afirmación de que el inconsciente es un pozo de recursos infinito, recordemos que André Rochais dijo en los años 1980 que los seres humanos dormimos sobre tesoros que ignoramos.

 

Loretta Cornéjo (24 publicado en el 2000)

Loretta Cornéjo (publicado en el 2000), psicóloga y psicoterapeuta que ejerce su profesión en Madrid, en su libro: «Carta a Pedro, guía para un psicoterapeuta debutante», hace énfasis en la importancia del amor en la relación psicoterápica, actitud que inspira toda intervención.

Comentario

En PRH, la relación profesional es también una relación humana profunda, y se invita a los acompañantes a desarrollar seis actitudes fundamentales en la relación con sus clientes (la escucha en profundidad, el no-juicio y la benevolencia, la fe en el otro, el respeto de su libertad, dejar nacer simpatía y afecto, autenticidad.) El cliente es considerado como único, llevando en él todo lo que necesita para salir de sus dificultades.

 

Daniel Goleman

Daniel Goleman, periodista científico y psicólogo, ha divulgado el concepto de «inteligencia emocional». Las emociones deben ser comprendidas como guías tanto en la relación consigo mismo/a como con los otros, pudiendo hacer que una decisión se incline a un lado más que a otro. Según esto, la capacidad de conocerse a sí mismo, la capacidad de gestionarse, la capacidad de percibir el clima emocional en los otros y la capacidad de actuar de modo ajustado en la relación con los otros manifiestan más una inteligencia vivencial de emociones y sensaciones que una capacidad de análisis racional y pensado (que sería evaluado por un Q.I o cociente intelectual). Las emociones son en su esencia impulsos para actuar. Es justo decir que tenemos 2 espíritus, el racional que es controlado por el cortex cerebral, y el emocional controlado por el sistema límbico. La capacidad de discernimiento es importante para evaluar la importancia de una emoción y tenerla en cuenta en la conducta, y para no dejarse dominar por la fuerza de dicha emoción.

Para ilustrar los «2 espíritus» se puede acudir al ejemplo de un deseo irresistible de chocolate. Esto vendría indicado por el sistema límbico. Si la persona se deja arrastrar a comer chocolate sin límite, está bajo el dominio de sus instintos. Normalmente, el cerebro racional se pronuncia frente a tal impulso diciendo lo que es necesario para poner límites por razones dietéticas, o para abstenerse claramente.

Comentario

En la formación PRH, el análisis se hace sobre lo sentido, lo cual está compuesto de sensaciones, emociones, impresiones. Gracias a este análisis, las personas adquieren un medio para llegar a ser sólidas, cercanas unas de otras y autónomas. La segunda convergencia está en el discernimiento: gracias a la inteligencia de sus emociones, una persona puede discernir lo que va en el sentido de su crecimiento. Se trata ,entonces, de las dos claves de la formación PRH.

 

 

CONCLUSIÓN

El objetivo de este trabajo de investigación bibliográfica ha sido situar el enfoque PRH en la corriente de las ciencias humanas, haciendo destacar algunas coincidencias con otras teorías y su psicopedagogía. PRH es un método original que concede una importancia particular al crecimiento de lo positivo que constituye a la persona, lo que le permite llegar a ser ella misma. El análisis de los funcionamientos cotidianos y de las experiencias pasadas es un elemento esencial del trabajo personal, en la medida en que todo funcionamiento puede ser mejorado y en que ciertas experiencias pasadas constituyen obstáculos para el despliegue de sí mismo/a. Los instrumentos de autoformación transmitidos serán el análisis de las sensaciones, llamado «análisis PRH», y un método de discernimiento en referencia a la conciencia profunda, aplicable en el transcurso de la vida cotidiana.

El método se ha desarrollado sin ruptura con el psicoanálisis freudiano, como algunos métodos de psicoterapias humanistas, sino a partir de la intuición de André Rochais de que toda persona puede desarrollar lo mejor de ella misma apoyándose en su ser.

Las psicoterapias humanistas intentan el desarrollo humano en sí mismo, sin hacer referencia a una trascendencia, lo que es expresado por Perls, para quien el Sí es el creador de la vida. En PRH se dirá que la persona está abierta a una dimensión de trascendencia a nivel de su ser, lo cual tiene un impacto sobre su crecimiento.

En el libro «La persona y su crecimiento» (26) se reconocen y explican algunas coincidencias entre el método PRH y las psicologías humanistas. Nos parece importante subrayar las coincidencias con ciertas corrientes psicológicas abiertas de manera explícita a una trascendencia personal, como la logoterapia de Viktor Frankl y como hacia donde parece evolucionar la nueva corriente de la psicología positiva. El mismo André Rochais reconoció esta coincidencia con Frankl.

Él mismo tuvo la intuición de que PRH estaba llamado a llegar a ser una escuela de formación. Después de 35 años de existencia y de un despliegue considerable de sus instrumentos de formación, esta intuición está preparada. Toda persona que desee progresar de modo significativo en el despliegue de su personalidad puede encontrar en esta formación tanto instrumentos como personas disponibles para un acompañamiento.

Semur-en-Auxois, 8 de septiembre de 2006.

 

 

REFERENCIAS

1)    André Rochais: Introducción a las notas de observaciones, PRH Internacional

2)    Carl Rogers: Die Entwicklung der Persönlichkeit, 1997, Klett Cotta

En español: El proceso de convertirse en persona, Ed. Paidós Ibérica, 2000

3)    Edith Stein: Im verschlossenen Garten der Seele; Texte zum Nachdenken ausgewählt von E. Bejas; Herderbücherei, Freiburg 1987

4)    Viktor Frankl: Der Wille zum Sinn; Verlag Hans Huber, Bern, 2005
En español: La voluntad de sentido, Ed. Herder, Barcelona, 1988

5)   Eugene T. Gendlin: Une théorie du changement de la personnalité, (3e édition, avril 1975) traduit par Fernand Roussel, Ph. D., CIM de «A theory of Personality Change», in P. Worchel et D.Byrne: Personality Change, New York: John Wiley and Sons, 1964

6)   Frederick S. Perls; Ralph F. Hefferline; Paul Goodman: Gestalttherapie; Grundlagen; Klett-Cotta im Deutschen Taschenbuchverlag 6. Auflage 2004, München; Gestalt Therapy; Excitement and Growth in the Human Personnality; The Julian Press, New York 1951

7)   Alexander Lowen: Bioenergetics; Penguin compass, New York, 1976

8)   La vida puede resurgir: Obra colectiva realizada por PRH-Internacional, editor: Fundación André Rochais de Canadá, PRH-Internacional, Poitiers, 2002

9)   Karlfried Graf Dürckheim: Durchbruch zum Wesen, 1975, Verlag Hans Huber, Bern

10) Eric Berne: Was sagen Sie, nachdem Sie “Guten Tag“ gesagt haben? Psychologie des menschlichen Verhaltens; Geist und Psyche, Fischer, Frankfurt 1983; What do you say after you say hello? Grove Press, Inc., New York, 1972

11) Arthur Janov: Imprints. The lifelong effects of the birth experience; Coward-McCann, New York, 1983

12) Arthur Janov: The new primal scream. Abacus; London 1991

13) Jean Garneau et Michelle Larivey: L’auto développement : psychothérapie dans la vie quotidienne, CIM et Éditions de l’Homme, 1983

14) S.Vanistendael: Clés pour devenir : la résilience, Les Vendredis de Châteauvallon, nov. 1998 ; Les cahiers du BICE (bureau international catholique de l’enfance), Genève 1996, p. 9 ; cité in : Boris Cyrulnik : Un merveilleux malheur, Odile Jacob, 1999

15) Boris Cyrulnik: Les vilains petits canards ; Odile Jacob ; Paris, 2001

16) Elisabeth Lukas: La logothérapie : théorie et pratique ; Pierre Téqui Editeur, Paris, 2004

17) Corey L.M. Keyes, Jonathan Haidt: Flourishing, positive psychology and the life well lived; American Psychological Association; Washington, DC ; 2003

18) Seligman, Martin E.P.: Authentic happiness; Free Press, 2002, New York, NY

19) Csikszentmihalyi, Mihaly: Lebe gut! Wie Sie das Beste aus Ihrem Leben machen; DTV, München, 2001 (Finding flow. The psychology of engagement with everyday life. Harper Collins Publishers, Inc. New York, 1997)

20) Auhagen, Ann Elisabeth (Hrsg.): Positive Psychologie, Anleitung zum «besseren» Leben; Beltz Verlag, Weinheim, Basel, 2004

21) Pennebaker, James W.: Opening up: the healing power of expressing emotions; The Guilford Press; New York NY, 1997

22) Niederhofer, Kate G., Pennebaker, James W.: Sharing one’s story: on the benefits of writing or talking about emotional experience. In: Snyder C.R., Shane J. Lopez (Eds) Handbook of Positive Psychology, New York, N Y; Oxford University Press, 2002

23) Hélène Roubeix: A la rencontre de soi ; se libérer des rapports de forces ; Editions Anne Carrière, Paris 2000

24) Loretta Cornejo: Cartas a Pedro; Guia para un psicoterapeuta que empieza; Desclée De Brouwer, Colección Crescimiento personal, Bilbao, 2000

25) Daniel Goleman: Emotional intelligence; Bantam Dell, New York, 1ère édition 1995 ; édition du 10ème anniversaire 2005

26) PRH-International: La persona y su crecimiento; Lexies, Toulouse, 1997

SINOPSIS

En el siguiente artículo, la doctora Annemarie Bühler, psiquiatra-psicoterapeuta experimentada, hace una valoración positiva de la metodología PRH como medio de salida a la realidad desde una apuesta por el potencial positivo de cada persona. Y en línea para un cambio social: “Cuando muchas personas pequeñas en muchos pequeños lugares dan algunos pasitos…,  el mundo cambia”.

 

INTRODUCCIÓN

En la sociedad actual muchos valores han basculado. Todo debe ir más rápido y ser más eficaz. Nuestra propia vivencia, nuestros deseos profundos han llegado a ser secundarios. Y, sin embargo, nuestros valores interiores, nuestras aspiraciones profundas, nuestra capacidad de amar y de ser en relación son los que hacen de nosotros seres humanos dignos de ese nombre.

Una sociedad sólo puede prosperar si está sostenida por personalidades sólidas, relacionales y conscientes de su responsabilidad. La salud psíquica no es a menudo una simple adquisición, sino que debe ser estimulada, cuidada y formada. Es una gran oportunidad poder plantearse preguntas sobre sí mismo, poder desarrollarse más. No es solamente un enriquecimiento personal, sino también una aportación importante para la sociedad. Para la formación personal hay muchas ofertas con métodos diferentes y, a menudo, es difícil saber cuál de ellas es ajustada a una persona en concreto. Lo decisivo es igualmente reconocer la salud y la solidez de una persona:¿Qué fragilidades o qué comportamientos excesivos son de una persona sana y qué es lo que está hasta tal punto obstaculizado que una verdadera terapia, incluso algunos medicamentos, sean necesarios?

Desde hace casi 30 años, acompaño como psiquiatra y psicoterapeuta a algunas personas con problemas psíquicos variados. Conozco también desde hace largo tiempo las diferentes ofertas de la formación PRH.

 

¿DÓNDE PUEDE AYUDAR PRH?

Para la gente que tiene una personalidad estable, que son capaces de interiorizarse, de trabajar metódicamente sobre sí mismas y que están dispuestas a emplear energía, tiempo y dinero, para ellos PRH ofrece un instrumento que ayuda bien, una escuela de formación personal que engloba en su programa todas las facetas de los aspectos personales y sociales y que contribuye así ampliamente a una calidad de vida sana y enriquecedora. Esta formación es también una prevención importante contra algunas enfermedades psíquicas y favorece un comportamiento relacional más humano. Cuanto más sólida, unificada y abierta es una persona más actúa de una manera beneficiosa sobre su entorno, y es también más capaz de gestionar los golpes duros de la vida. El método PRH trata de llevar a los/as participantes a conocer y a ordenar los sectores interiores, a abrir particularmente el acceso a los sentimientos, y a la vivencia interior; en los cursos  da unos instrumentos experimentados para continuar el trabajo sobre sí mismo de un modo autónomo, y ofrece un acompañamiento personal.

 

¿DÓNDE NO ES APROPIADO PRH?

La mayor parte de las personas a las que recibo porque se encuentran con una gran angustia interior necesitan un médico cualificado. En esa situación PRH no basta.

Algunas personas que sufren una psicosis no pueden ayudarse y están desbordadas por pensamientos y sentimientos. En la fase aguda necesitan ante todo medidas terapéuticas que les ayuden a distanciarse: medicamentos específicos (neurolípticos), un marco exterior claro que les ofrezca una estructura, y algunas veces incluso una estancia en una clínica.

Lo mismo vale para grandes disfuncionamientos relacionales y de la personalidad, para algunas dependencias y otras enfermedades neuróticas; según el grado de gravedad de la enfermedad que obstaculiza fuertemente la calidad de vida es preciso un tratamiento específico en una clínica o una terapia ambulatoria intensiva. Aparte de encuentros individuales y en grupo, así como de medicamentos adaptados, se aplican otros numerosos métodos, como la música, un trabajo creativo, trabajo corporal, técnicas de relación por nombrar solo algunas de ellas.

Tampoco para depresiones graves está indicado el método PRH  porque, en ese estado, estas personas son incapaces de hacer un trabajo sobre ellas mismas. La relación con la vivencia interior y con el entorno está cortada a nivel de la sensibilidad. Ante todo, es preciso unas entrevistas de apoyo, antidepresivos, estructuras cotidianas claras y mucho más. Durante la terapia es muy importante una actitud de benevolencia, de respeto y de valoración. Hace falta tiempo y paciencia por ambas partes; poco a poco puede establecerse una relación de confianza. El trabajo de curación propiamente dicho, también con la ayuda de PRH, sólo puede comenzar cuando la depresión se aclara y las facultades de conocimiento de la realidad vuelven.

 

PRH COMO COMPLEMENTO E INSTRUMENTO DE PROGRESO

Constato que algunas personas que han participado en cursos PRH y que vienen a mi despacho son más sensibles y están más abiertas a una terapia. Desean curar de sus heridas y llegar a ser ellas mismas. Han aprendido a señalar sus sensaciones, a nombrar su vivencia interior y sus reacciones, sus aspectos positivos y sus fragilidades y a integrarlas en el esquema de la persona con el que PRH trabaja. Están muy motivadas para trabajar activamente sobre sí mismas y han aprendido a conocer instrumentos que les permiten avanzar de una manera autónoma. Esta experiencia y la formación PRH precedente pueden ayudar a las personas a seguir activas entre las sesiones de trabajo, a dar pasos de crecimiento y a ser capaces de trabajar en su curación. De este modo necesitan menos entrevistas y pueden vivirlas a intervalos mayores.

Cada camino de curación es un proceso de larga duración y necesita un acompañamiento psicológico competente o, en los casos graves, un acompañamiento psiquiátrico. Para que el cambio y la curación sean posibles son necesarias tres etapas: en primer lugar, el reconocimiento del problema; después, el acceso a la vivencia interior y el trabajo sobre ésta; seguido de la reeducación de viejos hábitos y la adquisición de nuevos comportamientos.

PRH puede ser una gran ayuda en este camino de curación ofreciendo un trabajo metódico sobre el potencial positivo porque el acceso a los valores interiores positivos es decisivo para todo trabajo sobre sí mismo. Es preciso sentirse ligado a ese fundamento interior portador y poder apoyarse en él para llegar a ser capaz de mirar de frente lo que impide la vida. Es un acceso muy valioso que PRH transmite.

Para algunas personas cuya enfermedad grave está en buena vía de curación, algunos módulos cortos sobre el tema de los valores del ser pueden ser una ayuda porque contribuyen a fortificar ese fondo del ser y a solidificar el fundamento interior. Además, el marco claro de los módulos PRH evita el deslizamiento en una rumiación estéril y destructiva de la persona. Por el contrario, algunas formaciones de varios días al comienzo de un proceso de curación podrían producir un agotamiento físico y psíquico.

Para personas que han sufrido una psicosis, el método PRH puede ser útil si se trabaja por pequeñas unidades, es decir en jornadas, no durante varios días. El método PRH ofrece con las preguntas precisas, con los tiempos de trabajo delimitados y con la estructura clara un marco exterior estable en el cual las personas frágiles se sienten sostenidas y pueden dar pasos de existencia para llegar a ser más sólidas y para situar sus límites.

En mi larga experiencia psiquiátrica he trabajado con personas muy diferentes. Muchas, por ejemplo, gracias a PRH han aprendido a existir, a vivir mejor en relación consigo mismas y con los otros, a situar sus límites, a sentir lo que les habita, a reconocer su actuar esencial; han podido liberarse de sus sentimientos de culpabilidad y de sus miedos o curar de una infancia marcada por un gran sufrimiento.

PRH es un método de conocimiento de sí muy eficaz, metódico; pero también exigente. Es un gran medio para las personas que tienen la audacia de vivirlo a fondo. Les aporta una mejor calidad de vida, una gran alegría interior y una energía renovada. Ayuda a encontrar sentido y plenitud en la vida y contribuye a una vitalidad contagiosa.

PRH es una excelente oferta para personas en búsqueda de un conocimiento de sí mismas, de una vida en expansión, valorada y plena de sentido, de relaciones de una mejor calidad. Deseo a todo el mundo el valor de este paso. La sociedad solo puede cambiar en positivo cuando una persona se pone en camino. «Cuando muchas personas pequeñas, en muchos pequeños lugares dan algunos pasitos, el mundo cambia».

Psicólogo y antiguo formador PRH, Michel Lamarche es el principal redactor de las obras colectivas «La persona y su crecimiento» y «Un camino de acceso a la vida en profundidad». Actualmente es un colaborador voluntario de PRH-Internacional para las tareas de redacción.

 

SINOPSIS

A través de sus respuestas, Michel Lamarche hace una valoración muy positiva del análisis PRH de sensaciones…

  • Como los faros de un coche que nos iluminan en la oscuridad
  • Como apertura a nuestra realidad interior
  • Y para ponernos en nuestra realidad como personas

 

LA REDACCIÓN DEL LIBRO «UN CAMINO DE ACCESO A LA VIDA EN PROFUNDIDAD»

¿Por qué dedicar un libro al análisis PRH de sensaciones?

El comité de redacción perseguía 3 objetivos principales:

  1. Publicar sus fundamentos, el fruto de sus investigaciones, sus métodos, como escuela de formación humana.
  2. Dar a conocer este método que ha permitido a tantas personas llegar a ser más lúcidas sobre ellas mismas, con una profundidad y una eficacia para su crecimiento que nunca hubieran sospechado al empezar. El análisis de sensaciones es el instrumento clave de la psicopedagogía PRH. Ha sido utilizado por decenas de miles de personas en todo el mundo.
  3. Por último, profundizar en la oportunidad, la fiabilidad y las necesarias precauciones en el uso de este instrumento que descifra la realidad interior, para así dar respuesta a preguntas que nos han planteado, especialmente, acerca del posible riesgo de subjetivismo o narcisismo. Era importante puntualizar bien tanto la riqueza como los límites del método.

¿Qué es lo que ha tratado de transmitir en este libro?

Aparte de la descripción del método de análisis de sensaciones en sí mismo, he tratado de comunicar la extraordinaria riqueza que reside en esta relación consciente de un sujeto con su interioridad. Este instrumento desarrolla una fina inteligencia, una mayor comprensión y lucidez sobre la realidad, tanto la propia como la del entorno, capaz de ampliar y de sanear profundamente nuestra mirada, de favorecer el ajuste de nuestros comportamientos, y de liberar una creatividad asombrosa. Todos podemos tener acceso a la riqueza de nuestra interioridad, por poco que nos demos los medios necesarios para ello. Tomar consciencia es un camino ineludible para crecer.

Escribir una obra como esta es un trabajo de investigación. ¿Qué ha descubierto de nuevo respecto al tema del libro?

Muchos puntos de referencia han adquirido más consistencia en mí respecto al análisis de sensaciones. Así, por ejemplo, la contribución fundamental de la subjetividad en el descubrimiento de uno mismo, la posible objetivación de un hecho psíquico (como una sensación), así como la necesaria y preciosa contribución del otro y las referencias psicológicas para completar y aclarar la relación entre el sujeto y uno mismo. He comprendido más claramente el concepto de realidad interior y su relación, siempre a verificar, con lo real. He aquilatado mejor la importancia del « ¿qué cambios concretos se han dado en mi vida, fruto de la toma de consciencia que he alcanzado gracias a mi análisis? ». He profundizado en la noción de intuición. He descubierto, gracias a un estudio llevado a cabo por formadores canadienses, cómo la forma en que uno se analiza tiene que ver con la forma en cómo funciona en la vida, pues se suelen encontrar sistemas de defensa similares.

¿Saber analizarse también sirve para escribir una obra como ésta? ¿Para qué?

¡Ah, sí! He hecho análisis de contenidos de conocimiento a lo largo de toda la obra. He tenido que buscar, continuamente, la palabra precisa para las realidades que trataba de describir, y me he dejado arrastrar a lo más profundo de mis intuiciones y sensaciones apartándome lo menos posible de la sensación de mi experiencia en el análisis, como usuario y antiguo formador.

 

SU EXPERIENCIA PERSONAL EN EL ANÁLISIS

Para empezar, en pocas palabras: ¿fue importante para usted su encuentro con esta herramienta de análisis PRH? ¿En qué?

Por mis estudios, había adquirido algunos conocimientos de psicología. Esto me llevó a comprender mejor lo que vivía a nivel psicológico como, por ejemplo, mi timidez. Sin embargo, todo eso quedaba a un nivel muy intelectual, y me dejaba a distancia de la verdad de mis sensaciones y de mis emociones. ¡Pero en aquella época ya tenía ilusión por conocerme mejor! El encuentro con la psicopedagogía PRH fue una sorpresa: se abría ante mí un campo inmenso, accesible… el de mi verdad, el de la verdad de cada uno. Yo tenía una desilusión respecto a lo que podía conocer sobre mí, mi pasado, mi evolución, y se dio una apertura apasionante propiciada por la psicología abordada desde la vivencia, la mía propia para empezar…

¿Qué provechos obtuvo del análisis de sus sensaciones para su vida personal?

El trabajo de análisis que viví con el método PRH fue el comienzo de un cara a cara conmigo mismo, con mi vivencia, desde la verdad, el descubrimiento y la progresiva aceptación tanto de mi parte oscura como de mi parte luminosa. Descubrí una forma de humildad liberadora, sanadora, frente a mi realidad y en mi relación con el otro. Vi cómo disminuía, considerablemente, aquel temor que vivía frente a los otros, manifestado en mi gran timidez, que, muchas veces, me paralizaba. Ahora tengo la impresión de que puedo contar con un tipo de inteligencia interior para vivir lo cotidiano permaneciendo bien pegado a mi realidad. Mi práctica del análisis me ayudó enormemente a escuchar los análisis de los otros, cuando era formador, y me ha hecho más fácil lograr una cierta claridad en mis escritos.

Usted tiene una formación como psicólogo. Ha podido conocer y experimentar otros accesos para conocerse. ¿Qué es lo que caracteriza al análisis PRH? ¿En qué es diferente? ¿Qué tiene de específico respecto a otros métodos, escuelas…?

El hecho de que la inteligencia tenga en cuenta lo que vive la sensibilidad y el cuerpo como vía de acceso a lo real no empezó con PRH. Aristóteles ya había hecho este tipo de observaciones sobre la importancia de lo sentido para llegar a conocerse. Más recientemente, con el auge de la psicología humanista, muchos investigadores se han interesado por esta vía de conocimiento y han aplicado métodos específicos para ello (la psicoterapia de Rogers, centrada en la persona, el Focusing de Gendlin, los trabajos sobre la inteligencia emocional de Goleman…).

Lo que caracteriza el análisis PRH es que no sólo ha llegado a estructurar un método para analizar la vivencia psicológica a partir de la observación, algo que la gente hace naturalmente, sino que pone al alcance de toda una formación que permite un aprendizaje consciente de este método. Podemos citar otras características, como el rol que tiene la escritura en la autonomía personal que este método permite, el compartir a otros los análisis, la utilización de asociaciones espontáneas de sensaciones entre sí para poder profundizar más hacia su punto de emisión, la referencia al sistema explicativo de la persona PRH…

¿Diría usted que el análisis de sensaciones es hoy un punto fuerte del método PRH? Si lo afirma, ¿por qué y en qué?

No hay duda de que es un elemento clave de toda la pedagogía PRH. Proporciona a la persona un medio de búsqueda muy afinado con el que tiene todo a favor para encontrarse, descubrirse, comprenderse y progresar.

 

LA FINALIDAD DEL ANÁLISIS PRH

Hace unos meses la revista Philosophie Magazine traía este titular:«¿Es útil conocerse?» Si es así, ¿por qué es bueno analizarse? ¿Qué aporta?

Analizarse – al igual que escuchar, hablar, creer, amar, perdonar, interpelarse…- para mí es de los actos más importantes que una persona puede hacer en su vida. Analizarse aporta lucidez sobre lo que se vive. Se pasa de una impresión, de sensaciones suaves a palabras precisas que describen exactamente lo que uno siente y de dónde surge lo que siente. Esta lucidez es tan útil para la persona como lo son los faros para el que conduce de noche. Sin el análisis nos quedamos en lo vago, en la oscuridad de nuestra inconsciencia, en la superficie de nosotros mismos, o en esquemas y representaciones a veces muy alejados de la realidad. Analizarse le hace a uno inteligente y libre, sitúa a la persona en un lazo exigente y vitalizante con su verdad. Analizarse, con el tiempo, apacigua a la persona, pues, por difícil que sea de aceptar la verdad en el momento, a la larga es una fuente de liberación y de serenidad. Hay una relación evidente entre el análisis y la confianza en uno mismo. Cuando conocemos nuestras potencialidades y nuestros límites, podemos tomar decisiones de manera realista y llevar a cabo las acciones correspondientes.

Otro efecto importante es la inteligencia que nuestro propio trabajo de análisis nos da sobre lo que viven los otros. Hay una especie de empatía que muchas veces nos hace percibir con bastante exactitud lo que está viviendo el otro interiormente.

El análisis PRH no es el único modo de conocerse. ¿Por qué PRH ha privilegiado éste?

Afortunadamente existen muchos medios para conocerse, así cada uno puede encontrar el que le va mejor según la etapa en la que está. Sin pretender ser exhaustivo, algunos de estos medios son: hacer un estudio grafológico, pasar test psicológicos, hacer un balance de la propia competencia, empezar un trabajo sobre sí por medio de alguna psicoterapia o del acompañamiento con un profesional, tomarse un tiempo para hablar con alguien cercano, intercambiando las propias aspiraciones, las dificultades. Si la escuela PRH ha privilegiado el análisis de lo que se siente es porque está esencialmente unido al objetivo que persigue PRH del crecimiento de la persona. Las personas pueden, en efecto, acumular conocimientos sobre ellas mismas por medio de numerosos medios, sin que este saber tenga un impacto sobre su crecimiento. PRH tiene un enfoque muy experiencial. Se trata de la relación consciente de la persona con su experiencia interior y esto es lo que hará que se ponga en marcha, pues esta forma de analizarse encierra una dinámica de crecimiento muy específica.

¿Se pueden obtener conocimientos nuevos mediante el análisis? ¿De qué tipo?

Las personas que practican el análisis se suelen sorprender al constatar cómo se van enriqueciendo poco a poco de un capital de conocimientos que nunca hubieran pensado posible adquirir. Conocimientos sobre sí mismos, sobre su identidad, su manera de funcionar, su vocación, sus mecanismos de defensa, su forma de relacionarse con otros; pero también conocimientos de psicología, sobre los mecanismos de crecimiento, los que rigen las relaciones humanas, etc. Además de todo esto, hay que añadir todo el conocimiento que aporta el análisis de sensaciones de contenido de conocimiento. Por ejemplo, en el libro, me planteé la pregunta sobre qué es una intuición. ¡El campo de conocimientos aquí es inagotable!

Usted afirma que la capacidad para vivir relaciones armoniosas es directamente proporcional a la capacidad para analizar sus sensaciones. ¿Puede ampliarme esta audaz afirmación?

La inconsciencia, la negación, el rechazo a mirar de frente a la verdad, no querer escucharse o escuchar al otro, la represión de las emociones, la justificación, el juicio, la proyección de los propios conflictos interiores sobre el otro…Todo esto y muchas otras actitudes o comportamientos envenenan las relaciones cotidianas y, a menudo, llevan a la desesperanza en cuanto al futuro de estas. Por el contrario, el análisis de sensaciones se revela como una vía muy prometedora para encaminar a cada uno hacia la búsqueda de la verdad, la propia aceptación y afirmación legítima, el cuestionamiento saludable. La armonía en las relaciones no se debe al azar o sólo «porque se tiene química», sino por la realización de un trabajo sobre sí, verdadera fuente de ajuste y de paz.

¿Se puede considerar que el análisis PRH puede tener también un impacto social?

La humanidad atravesó un umbral fundamental en su humanización cuando empezó a desarrollar un vocabulario que le permitía expresar lo que sentía interiormente. A partir de ese momento, la humanidad pudo empezar a participar en su propia evolución, rompiendo con la primacía que el “instinto” tenía en su vida. Desarrollar la capacidad de análisis de las personas mediante métodos eficaces es hacer que la humanidad tome más consciencia del inmenso yacimiento de recursos que posee y ayudarle a ser más consciente de sus disfuncionamientos y de dónde se enraízan, en cada uno o en las estructuras sociales, para así poder ponerles remedio. Cuando veo el poder de transformación que se puede lograr en la persona cuando se es un poco más consciente de sí, pienso en el impacto a nivel social que podría tener esta transformación, si cada vez hubiera más personas que desarrollasen la capacidad de analizarse con la herramienta que elijan, con vistas a una humanidad más humana.